Ejercicio físico Trabajar de pie no reduce el riesgo cardiovascular ni compensa el sedentarismo
En la batalla contra el sedentarismo, en los últimos años han proliferado las publicaciones en páginas webs y en los canales de influencers alabando los beneficios y las virtudes de abandonar la silla para trabajar de pie. Los expertos en prevención y salud laboral explican que incluso hay empresas que han eliminado por completo las mesas tradicionales de escritorio de sus oficinas y han apostado por mesas altas o ajustables en altura; y son muchos los teletrabajadores que se han apuntado a la moda en sus casas, no siempre con los medios y los conocimientos adecuados. “Muchas veces se elige la mesa por la estética, por el precio, pero no por la funcionalidad que debe tener el trabajador. Y lo que no tiene sentido es convertir puestos de trabajo regulares en puestos malos, porque encima se adquieren posturas antiergonómicas: los hombros no están a la altura del teclado, la pantalla no está a la altura de los ojos”, explica Santiago González, presidente de la Asociación de Especialistas en Prevención y Salud Laboral (AEPSAL).
Dos estudios recientes, además, han concluido que trabajar de pie en ningún caso presenta beneficios para la salud cardiovascular ni compensa per se los efectos nocivos del sedentarismo. El primero de esos estudios, publicado en la revista científica Circulation, concluyó que alternar entre estar sentado y de pie en el trabajo no tiene ningún efecto en la reducción de la presión arterial. El segundo, publicado en International Journal of Epidemiology con datos del Biobanco del Reino Unido de más de 80.000 adultos, descubrió que estar de pie en el trabajo no reduce el riesgo de enfermedades como el accidente cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca; y que, además, estar de pie en un puesto de trabajo durante más de dos horas al día puede aumentar incluso el riesgo de desarrollar problemas como varices o trombosis venosa profunda.