Cómo veo la prevención de riesgos laborales vs lo que está de «moda»
Paz M. Camacho
En el sector de la prevención de riesgos, siempre han existido temas que han marcado tendencia y que gracias a esas tendencias de moda en algunas ocasiones no se nos ha reconocido.
Una de las preguntas y afirmaciones que escucho frecuentemente son:
- ¿En qué trabajas ahora?
- En el ámbito de la prevención de riesgos laborales.
- Ah, eso es lo del amianto, ¿no?
- O, “mañana viene el de la mutua a hacer la visita de seguridad”… es ahí donde se nos cae el mundo.
Algo estaremos haciendo mal para que las empresas, las plantillas e incluso nuestros propios compañeros de profesión sigan tendencias de moda y se lleguen a cuestionar ¿cuál será el próximo documento preventivo que se llevará esta temporada?
Hace poco visité una empresa que en vez de optar por conseguir sus respectivos sellos de calidad y generar una cultura preventiva en y para sus empleados, ha preferido ofrecerles clases de yoga y fruta los jueves, lo que me hace pensar si se le está quitando importancia a los procesos de prevención.
¿Dónde ha quedado la cultura preventiva en riesgos laborales?
Siento que seguimos poniendo parches a la gestión en las condiciones de seguridad y salud de las personas trabajadoras, seguimos diseñando espacios de trabajo sin tener en cuenta sus opiniones y valoraciones sobre cómo perciben su entorno y por supuesto creo que seguimos barriendo y colocando debajo de las alfombras lo que no es tan “grave”, lo que no se ve.
Debemos transmitirle a las empresas una cultura sana en prevención de riesgos laborales para mantener seguros a sus empleados.
En general, creo que el sistema de PRL ha avanzado y mejorado en muchos aspectos.
Se que no se puede aplicar y generalizar a todas las organizaciones ya que hay las que sí cuidan la seguridad y la salud de sus trabajadores, lo que a la larga asegura una importante mejora en la productividad de sus empleados y a su vez obtener un equilibrio para mantenerse en el mercado económico.
Nos queda mucho por hacer y hay que marcar un punto de partida.
Está en nuestras manos motivar a las empresas a ser autocríticas, porque por muchos diagnósticos, planes de acción y documentos de gestión que realicemos, si no los llevan a cabo, no habrá manera de seguir avanzando.
Se deben aplicar medidas preventivas desde la base para poder evitar accidentes y reducir y mejorar la siniestralidad.
Sin una cultura preventiva no se podrán sentar las bases de un entorno saludable de Trabajo.