UGT y CCOO de Aragón piden más medidas para la prevención de accidentes laborales. Reclaman mayor «inversión, que no gasto» y “trabajar con nuevas premisas».
Consideran que la situación en materia de salud laboral no es buena en Aragón y que existe falta de hábito preventivo por lo que reclaman mayor inversión en esta materia por parte de las empresas.
En la presentación del informe de Siniestralidad Laboral en Aragón en el primer semestre de 2014, el secretario de Política Industrial y de Salud Laboral de UGT Aragón, José de las Morenas, ha estimado que son «malos datos» y ha incidido en la necesidad de mejorar la prevención.
De las Morenas, ha sostenido que «no hay una buena situación en la Comunidad autónoma» en este ámbito, para advertir de que han aumentado los accidentes graves el 4,65 por ciento, pasando de 43 a 45, lo que refleja una «falta de hábito preventivo» y ha señalado que pueden pasar a ser mortales.
Un motivo ante el que ha reclamado mayor «inversión, que no gasto» en prevención por parte de las empresas para «evitar males mayores». En este sentido, ha recalcado que frente a la subida del 0,56 por ciento de la afiliación a la Seguridad Social en el primer semestre del año –con 2.277 personas ocupadas más en el mismo periodo que en 2013– el aumento de la siniestralidad se triplica, al crecer el 1,42 por ciento señalado.
Por su parte, el secretario de Salud Laboral de CC.OO Aragón, Benito Carreras, ha opinado que «la sociedad nos suspende» y las cifras revelan que «no somos capaces de que entre la cultura de la prevención», algo que «nos obliga a trabajar con nuevas premisas».
A su entender, el aumento se debe a «las propias condiciones de trabajo en la empresa y a la falta de organización y gestión» en ella, así como a la «debilidad» que tienen las acciones preventivas en el ámbito público. Por su parte, De las Morenas lo ha achacado a la falta de inversión en prevención ya que «parece que ante la crisis todo vale» y también a la falta de concienciación.
El secretario de Salud Laboral de CC.OO Aragón, Benito Carreras, ha reclamado «que se cumpla lo pactado» en este ámbito en la Comunidad, potenciando el Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA), en vez de «reducir su personal y la investigación de cuáles son las condiciones de trabajo».
Además, Carreras ha sostenido que «no se puede practicar la desobediencia» por parte de las empresas a la hora de pagar las multas por incumplimientos impuestas por la inspección y ha reclamado conocer cuáles son las empresas «repetidoras» en siniestralidad laboral. Y es que en infracciones en materia de seguridad y salud laboral, en el primer semestre del 2014, se han detectado 563, con una propuesta de sanción que entre todas suman 1,932 millones de euros, si bien todavía no se han recaudado, siendo el porcentaje anual habitual de cobro del 10 por ciento.
En este sentido, ha anunciado que existe el compromiso en la Comunidad autónoma de trabajar en los próximos meses en un programa de empresas comprometidas con la prevención, así como el inicio en septiembre de un grupo de trabajo sobre los riesgos psicosociales.
Además, ambos sindicatos han exigido que se lleve a cabo una reforma del sistema de reconocimiento de las enfermedades profesionales, facilitando una formación especializada a los médicos del sistema de salud pública para la detención de las mismas.
Tanto UGT como CC.OO en Aragón han criticado la infradeclaración de las enfermedades profesionales consecuencia del miedo de los trabajadores a ser despedidos, tras la aprobación de la reforma laboral del PP.
Un motivo por el que han indicado que se oponen a la actual legislación del mercado laboral, del Real Decreto 625/2014 y a la modificación de la Ley de Mutuas a la que consideran el mayor ataque a los derechos laborales en la historia de la democracia.
Ambos sindicatos valoran positivamente la creación de una mesa de trabajo para analizar los riesgos psicosociales derivados del trabajo y de la pérdida del mismo que comenzará en septiembre, pero echan en falta más recursos para que este órgano pueda realizar estudios y no quede como un mero icono protocolario.
Fuente: elEconomista.es