Rocambolesca, 25 cumpleaños de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Rocambolesca, para quien no conozca la historia de cómo nació la LPRL, es el calificativo que me sugiere.

“Rocambolesco:  Dicho de una circunstancia o de un hecho, generalmente en serie con otros: Extraordinario, exagerado o inverosímil.” Me quedo con inverosímil.

Rocambole, el personaje de Pierre Alexis Ponson du Terrail del que proviene el adjetivo «rocambolesco».

El 8 de noviembre de 2020, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) cumplió 25 años, aunque fue hoy, 10 de noviembre, cuando cumpleaños por su publicación.

Mi optimismo me hace pensar, cuantas vidas ha salvado esta Ley, pero al ser conocedor de las palabras del premio Nobel D. Kahneman “Quien sea optimista por temperamento, debería ser precavido en medio de su contento”, revisare mis palabras y diré cuántos accidentes y enfermedades no está logrando salvar esta Ley.

La LPRL nace como requerimiento obligatorio a “poner en vigor las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas necesarias para dar cumplimiento a lo dispuesto en..” la Directiva 89-2-301-CEE, de 12 de junio de 1989, relativa a la “aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y salud de los trabajadores en el trabajo”, con un plazo en su transposición de 3 años, en concreto, el plazo cumplía el 31-12-1992. Aquí surge la primera curiosidad, tardamos 3 años más, ¿por qué?

Antes de nuestra LPRL hubo muchos borradores, tantos como da 6 años, y una prologada negociación entre los sectores implicados, Administración, Sindicatos y Organizaciones empresariales. Mientras tanto los Ministros de Trabajo iban pasando uno tras de otro, primero Manuel Chaves del 25 julio 1986 a 27 abril 1990, después Luis Martines Noval de 27 abril 1990 a 14 julio 1993 y por último José Antonio Grillan, dos de ellos muy conocidos y el otro tristemente muerto por un tonto accidente en una calle de Oviedo, al caer y golpearse en la cabeza, en el pasado 2013.

Al menos se conocen cuatro borradores del anteproyecto, cada uno de ellos con una denominación “Ley de protección de la salud y condiciones de trabajo”, “Ley de protección de la salud en las condiciones de trabajo, “Ley de prevención de riesgos para proteger la salud en el trabajo, y por último “Ley de Prevención de riesgos laborales”.

Su nacimiento fue revuelto, la directora del INSHT Concepción Serrano, declaro en 1993 en relación a la LPRL “no es el texto que merece este país”, al igual, definió el texto como ”un lio proceloso” y solicito “que se vuelvan a reunir casi con un juramento de que todo lo que no sirva para mejorar la seguridad e higiene se quede fuera, lo mismo que los intereses corporativos”.

Finalmente, el 10 de noviembre de 1995 se publica en el «BOE» núm. 269, la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, iniciando así “El artículo 40.2 de la Constitución Española encomienda a los poderes públicos, como uno de los principios rectores de la política social y económica, velar por la seguridad e higiene en el trabajo”, la LPRL entra en vigor el 10/02/1996.

Su contenido es archiconocido entre los prevencionistas y los comentarios al respecto igual, es una ley demasiado interpretable como los famosos “suficiente y adecuada”, existen muchos más calificativos que aparecen en infinidad de textos y revisiones y en cada una de las cabezas que leen este artículo. Una Ley rodeada de leyes, Ley de Infracciones y Sanciones (LISOS), Ley General de Seguridad Social (LGSS), Ley del Estatuto de los Trabajadores (LET), Ley General de Sanidad (LGS) y criticada por muy distintos organismos y entidades incluido el propio Gobierno de España en el “Informe sobre riesgos laborales y su prevención” en 2001.

La Ley acumula 16.746.487 accidentes con baja laboral, desde 1996 hasta 2019, más el número desconocido de enfermedades, al igual, un número ignorado de prevencionistas, la gran mayoría nacidos a los brazos del R.D. 39/1997 y un número escaso de profesionales de la medicina y la enfermería del trabajo ante el actual sistema. Los técnicos son uno de los principales focos de la crítica, su formación, sus conocimientos, su praxis, los cuales se encuentran atados a muy distintas situaciones, desde la iniciada formación a su posterior desarrollo, aun así, son los que están al pie del cañón y que nadie se engañe, los que saben lo que pasa y los que manejan las realidades, al lado un escaso número de Inspectores de Trabajo que luchan contra un Goliat.

Desde entonces muchas cosas han cambiado, los prevencionistas que se formaron a inicios del nuevo siglo llevan alrededor de 20 años como profesionales, me es difícil pensar, como algunos refieren, que no saben, una trayectoria de ese calibre hace creer que son muchas las lecturas, estudios y sobre todo experiencias aprendidas como para desdeñar su conocimiento, son muchos los foros creados alrededor de la PRL donde se trasmite conocimiento, muchos profesionales que siguen estudiando e investigando, pero si es cierto que existen aspectos que chirrían y que la 1ª Encuesta en España a Técnicos de Prevención dejo ver.

La pandemia ha sido un termómetro del valor para esta sociedad de la PRL, en la actualidad, el ámbito laboral es el lugar más seguro, algo en lo que tendrá que ver la labor de los profesionales de la medicina, enfermería del trabajo, al igual, que los prevencionistas.

Por todo ello Feliz Cumpleaños para todos nosotros.

Redactado por Ismael Sánchez-Herrera

 

 

 

 

Referencias:

AEPSAL (2017) “1ª Encuesta en España a Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales”.

Diario de Navarra (26-6-1993) “Criticas al anteproyecto de Ley de prevención de riesgos laborales”.

INSHT (2007) “Historia de la Prevención de Riesgos Laborales en España”

 

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