Los nuevos riegos psicosociales: El síndrome del superviviente.

El Downsizing, o reducción de plantilla, está llegando a ser un fenómeno psicosocial de gran actualidad.

EL Downsizing se trata de la reducción, generalmente significativa, del número de empleados derivada de cambios orientados a lograr un mejor desempeño del trabajo. Esta tendencia perjudica a todo tipo de organización, independientemente de su tamaño, y su fin es mejorar el tamaño de la fuerza laboral de la compañía y, por consecuencia, a sus procesos.

El término “downsize” se acuña al inicio de la década de los setenta en la industria automovilística de los Estados Unidos para hacer referencia a la disminución de producción del sector.

A partir de 1982, empezó a ser utilizado en el acto de la reducción de empleados de una firma, uso que se le ha dado desde entonces.

Las consecuencias para quienes sufren Downsizing, suelen tener características comunes, siendo las secuelas más graves las psicológicas.

Esta presión añadida al miedo de poder ser despedido en cualquier momento, puede causar irritabilidad, dificultad de concentración y otros efectos nocivos sobre su salud como:

  • Trastornos del sueño
  • Bajada del sistema inmune (aumento de gripes y resfriados fuera de temporada)
  • Afecciones del sistema digestivo
  • Trastornos alimenticios
  • Aumento del colesterol
  • Subida de la presión arterial
  • Ansiedad
  • Depresión

Un estudio realizado por Noer (1993) puso de relieve que el paso del tiempo no cambió el estado de los trabajadores con este síndrome. Cinco años después de la reducción de plantilla, pudo evidenciar síntomas de estrés, agotamiento, disminución de la motivación, tristeza y depresión, inseguridad, ansiedad y miedo.

También detectó el cambio de lealtad hacia el trabajo en lugar de a la empresa, sensación de injusticia, indignación por la brecha salarial, resignación y empobrecimiento de las habilidades de comunicación entre los empleados.

Este tipo de dificultades pueden llevar a que el trabajador o trabajadora, con el objeto de aminorar la ansiedad, desarrolle comportamientos que se puedan evitar, tales como dependencia a los ansiolíticos y otros tipos de adicciones, que además de constituir comportamientos patológicos en sí mismos, están en el origen de otras patologías.

Una de las características más evidentes del downsizing son las secuelas que éste produce en el personal que se queda en la Empresa después de un despido masivo o ERE, síndrome denominado por muchos autores como el “síndrome del sobreviviente”.

El síndrome del sobreviviente es una patología organizacional que aparece en aquellos centros de trabajo que han sufrido un proceso de ajuste. Además los trabajadores que conservan su empleo después de recortes masivos sufren estrés, y conlleva sensaciones de incertidumbre, cólera, culpa y desconfianza. Los trabajdores se sienten al unísono contentos por tener empleo y culpables de que sus compañeros de trabajo hayan sido despedidos.

Mientras tanto, las presiones de trabajo sobre ellos suelen aumentarse de forma considerable a causa de su intento por hacer las tareas de sus antiguos colegas, y de forma constante les resuena la pregunta: “¿Seré yo el próximo que despidan?”

Herramientas para evitar el síndrome del superviviente

Aceptar la situación

A nivel personal, hay varias maneras de hacer frente a este síndrome. Las pautas marcadas por Elisa Sánchez pasan por favorecer la aceptación de lo que ocurre y, sobre todo, no tratar de buscar culpables. “Debemos darnos permiso para expresar las emociones, pero también permiso para no sentirnos culpables si, a pesar todo lo negativo, hay algunas cosas que nos van bien, cosas que nos son favorables”, remarca la profesional.

Gestionar el estrés

Puesto que es frecuente que el síndrome del superviviente venga acompañado por un aumento de los niveles de estrés y de ansiedad, derivados de un aumento de la carga de trabajo, el consejo de la experta laboral es aprender a gestionar esta carga de manera óptima. Sus recomendaciones incluyen…

Dedicar momentos al descanso.

Para, respira, descansa. La clave no está en cuánto tiempo dedicas sino en cómo aprovechas ese tiempo de trabajo.

Una adecuada gestión del tiempo permite lograr más con menos esfuerzo, porque cuando aprendemos a administrar nuestro tiempo, mejora nuestra capacidad de concentración. Gestionar el tiempo nos permite realizar las tareas con más rapidez y que la jornada laboral sea más efectiva y se aproveche mejor, así que …

Planifica el trabajo: primero las tareas urgentes o más complejas.

Comienza tu jornada laboral tratando de priorizar tareas, sin duda es la mejor forma de organizarnos el trabajo. Por muchas tareas que tengamos, habrá unas más urgentes que otras y eso debería ser lo primero en lo que nos fijemos al planificar nuestra jornada laboral.

Mantener el foco y evitar la multitarea

Saber decir “no”, tanto a las tareas que nos vayan a hacer perder el foco como a peticiones de otros compañeros. Realizar cursos de formación e innovación, pues pueden ayudar a minimizar la ansiedad por tener que asumir nuevas tareas.

Pedir ayuda

Bajo este contexto, resultará crucial solicitar ayuda si la consideramos que es necesaria, y esto incluye a la propia empresa: no dudes en dar a conocer cómo te sientes, el grado de saturación o ansiedad que sufres o tu incapacidad de llegar a todo. La comunicación es el pilar fundamental para poder evitar este trastorno. “En mi caso, antes de llegar a un mayor punto de ansiedad he decidido hablar con mis jefes. Necesitaba ayuda y he levantado rápidamente la mano para decirlo”, aconseja Isabel.

La comunicación.

Comunicar de forma realista el alcance de la reestructuración, las razones y cómo se van a realizar los despidos. La transparencia y sinceridad en las comunicaciones internas es una clave fundamental en un proceso que puede ser ineludible.

Y si bien las reducciones de plantilla pueden ocasionar un sentimiento de tristeza y ansiedad por lo sucedido, lo más adecuado es intentar encarar la nueva situación con optimismo y centrarse en los aspectos positivos que pueden salir de ello.

Reinventarse, colaborar, ayudarse y escuchar… SOLO se puede llegar más rápido pero juntos se llega más lejos, así que el hecho de superar el síndrome del superviviente parece más fácil si se hace en equipo.

 

Bibliografía.

Ficha UGT – Riesgos psicosociales El síndrome del superviviente, consecuencias del downsinzing (II)

Artículo Análisis del downsizing: Cristobal Jiménez Jimenez – José Luis Sánchez Laguna

https://www.riesgozero.info/areas-de-especialidad/ergonomia-y-psicosociologia/psicosociologia/sindrome-del-superviviente-en-el-trabajo/

Publicado por: Ana Serrano Soriano

 

 

 

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