El contagio emocial: desde lo primitivo hasta lo 4.0…

Ira, compasión,alegría y tristeza, amor y odio…. Estamos hechos para sentir y transmitir emociones, pero muchas son negativas y nos hacen daño y tenemos que aprender a evitar que nos contaminen e infectar a los demás.

El contagio emocional, el cara a cara,  es el más potente: Gestos y lenguaje no verbal importan tanto o más que las palabras.

Hoy en día, existen muchas definiciones de empatía. La mayoría de los psicólogos clínicos y de asesoramiento, sin embargo, están de acuerdo en que la verdadera empatía requiere tres habilidades distintas: la capacidad de compartir los sentimientos de la otra persona, : la capacidad de las personas de “sentirse a sí mismas en” las emociones de los demás a través del proceso de contagio emocional  y una intención «socialmente beneficiosa» de responder con compasión a los sentimientos de esa persona.

Contagio emocional primitivo

Según, Elaine Hatfield (profesora de Psicología en la Universidad de  Hawaii), el contagio emocional primitivo es un componente básico de la interacción humana: ayuda a «leer la mente» y permite que las personas comprendan y compartan los sentimientos de los demás y es de importancia crítica para comprender el razonamiento, la emoción y el comportamiento humanos.

La teoria:

El contagio emocional se explica mejor como una familia múltiplemente determinada de fenómenos sociales, psicofisiológicos y conductuales, como un paquete emocional que se compone de muchos paquetes más pequeños incluida la conciencia consciente; expresión facial, vocal y postural; actividad neurofisiológica y del sistema nervioso autónomo; y conductas instrumentales (entendidas como método de aprendizaje que se produce a través de la asociación de refuerzos (recompensas) y castigos con una determinada conducta.

Diferentes partes del cerebro pueden procesar los diversos aspectos de la emoción. Sin embargo, debido a que el cerebro integra la información emocional que recibe, cada uno de los componentes emocionales actúa sobre los demás.

La tendencia a imitar y sincronizar automáticamente las expresiones faciales, vocalizaciones, posturas y movimientos con los de otra persona y en consecuencia, converger emocionalmente.

El proceso de contagio emocional consta de tres etapas: mímica, retroalimentación y contagio. Las personas tienden a:

  • Imitar automáticamente las expresiones faciales, las expresiones vocales, las posturas y los comportamientos instrumentales de quienes las rodean y, por lo tanto
  • A sentir un pálido reflejo de las emociones de los demás como consecuencia de dicha retroalimentación.
  • El resultado es que las personas tienden a captar las emociones de los demás.

Presumiblemente, cuando las personas imitan automáticamente las efímeras expresiones emocionales faciales, vocales y posturales de sus compañeros, a menudo llegan a sentir un pálido reflejo de las emociones reales de sus compañeros. Al prestar atención a este flujo de pequeñas reacciones de momento a momento, las personas pueden «sentirse a sí mismas» en la vida emocional de los demás. Pueden rastrear las intenciones y sentimientos de los demás momento a momento, incluso cuando no prestan atención explícita a esta información.

Por ejemplo: Lars-Olov Lundqvist (1995) registró la actividad EMG facial de estudiantes universitarios suecos mientras estudiaban fotografías de personas objetivo que mostraban expresiones faciales felices, tristes, enojadas, temerosas, sorprendidas y disgustadas. Descubrió que las distintas caras de los objetivos evocaban patrones de respuesta EMG muy diferentes. Cuando los participantes observaron expresiones faciales felices, mostraron un aumento de la actividad muscular en la región del músculo cigomático mayor (mejilla). Cuando observaron expresiones faciales de enojo, mostraron un aumento de la actividad muscular sobre la región del músculo corrugador superciliar (ceja).

En resumen, existe evidencia considerable de que las personas son capaces de imitar / sincronizar automáticamente sus rostros, producciones vocales, posturas y movimientos con los que les rodean.

  • Los neurocientíficos sostienen que ciertas neuronas (neuronas canónicas), que proporcionan un vínculo directo entre la percepción y la acción.
  • Otros tipos de neuronas (neuronas espejo), que se activan cuando se realiza un determinado tipo de acción y cuando los primates observan a otro animal realizando el mismo tipo de acción.

Los científicos proponen que tales estructuras cerebrales podrían explicar el contagio emocional y la empatía en primates, incluidos los humanos:

En la década de 1950, los primatólogos llevaron a cabo una gran cantidad de investigaciones que indicaban que los animales parecen captar las emociones de los demás. RE Miller y sus colegas (Miller, Banks y Ogawa, 1963), por ejemplo, encontraron que los monos a menudo transmiten sus miedos a sus compañeros. Los rostros, voces y posturas de monos asustados sirven como advertencias; señalan problemas potenciales. Los monos captan el miedo de los demás y, por lo tanto, están preparados para dar respuestas de evitación adecuadas. Los etólogos sostienen que la imitación de la expresión emocional constituye una forma filogenéticamente antigua y básica de comunicación intraespecie. Este contagio también aparece en muchas especies de vertebrados, incluidos los ratones

Contagio emocional como base de la interacción humana

Imitar es comunicarse. Nos ayuda a coordinarnos con otros, a empatizar y a leer sus mentes.

Son habilidades esenciales para la supervivencia.

Todo está en el cerebro: Gary Slutkin, medico estadounidense, epidemiólogo y Director de la ONG Cure Violence, ve el contagio emocional (especialmente el de la ira que acaba en violencia) desde el punto de vista de la salud pública.

Piensa que se expande en las comunidades, barrios, pandillas etc de forma similar a un virus, pero mediante 4 mecanismos cerebrales,

  1. primero involucra a las áreas corticales relacionadas con la imitación (estás más seguro cuando haces lo mismo que los otros), desde el punto de vista humano, esto equivale a formar parte de un grupo en vez de se abandonado (síndrome de Solomon).
  2. El segundo mecanismo tiene como protagonista la dopamina, un neurotransmisor relacionado con el circuito de recompensa del cerebro (la activación de este circuito indica que es importante socialmente y para la supervivencia, si anticipas que optendrás una recomensa por responder a alguen con ira o violencia, es más probable que te comportes así… sin embargo, si no puedes obtener una recompensa o te la niegan, se activan las áreas cerebrales vinculadas al sufrimiento porque “no soportamos la desaprobación”).
  3. Y el tercer mecanismo del complejo sistema biológico que nos lleva a emular a quienes nos rodean, es precisamente la estimulación por imitación; Los grupos que esperan una acción violenta de uno de sus miembros contra alguien que lo insulte o traicione, si esa violencia se produce, el grupo lo recompensa, sino, lo excluye.
  4. El cuarto mecanismo cerebral parte de un trauma. En las personas que han sufrido lesiones graves o abusos, su sistema límbico y la amígdala se tornan hiperactivos, lo que implica, menos autocontrol y acelera el comportamiento violento…

¿Cuál es la función de la amígdala en las emociones?

La amígdala es, pues, el principal núcleo de control de las emociones y sentimientos en el cerebro, controlando asimismo las respuestas de satisfacción o miedo. … Es una estructura compleja, siendo una estructura con forma de almendra situada en el sistema límbico del cerebro.

El papel de internet

Y muchas de las investigaciones recientes sobre el contagio emocional se centran en internet y las redes sociales, dado que (según un estudio realizado en 2018 en la Universidad de Tilburg, Paises Bajos) los espectadores se identifican rápidamente con los sentimientos expresados en los videos, cuando son agradables, las emociones de este tipo aumentan y el patrón es idéntico en el caso contrario.

Es más fácil medir las reacciones en las redes sociales que en la desordenada dinámica de la vida real.

El contagio emocional en el ámbito laboral

¿Y en el ámbito laboral?

Todo se pega…Las personas más tranquilas de nuestro entorno, influyen en nuestras emociones y motivaciones, según Ron Friedman, psicólogo social de la Universidad de Rochester, que ha descubierto que basta con juntar varias personas con un “individuo altamente motivado” para que mejoren en su motivación y rendimiento.

¿Cómo puede ser que el mero hecho de estar junto a alguien nos influya tanto?

“Los humanos somos animales sociales, Estamos alterando constantemente el sistema inmune de nuestro semejantes” (Lisa Feldman Barret, profesora de psicología de la Universidad de Notheastern EEUU)

Con las palabras somos capaces de cambiar el sistema inmune y el sistema nervioso de otra persona, para bien o para mal… Porque el cerebro regula el cuerpo y la emoción es la forma específica en la que el cerebro da sentido a los cambios físicos de nuestro cuerpo.

Nuestro cerebro utiliza experiencias anteriores de emociones, para averiguar lo significan las sensaciones y lo que tiene que hacer con ellas.

Debemos aprender a afrontar las situaciones y comunicarnos con una mentalidad de más de dos, para ser capaces de controlar nuestras emociones antes de que ellas nos controlen a nosotros.

El contagio emocional tiene mucho de piloto automático y hay que aprender a desconectarlo y elegir muestras compañías para protegernos también de las emociones negativas.

¿Quién me hace sentir bien?

¿Quién refuerza mis fortalezas?

¿Con quién tengo la versión óptima de mí mismo?

Yo, lo tengo claro,… ¿Y tú?

 

Redactado por Ana Serrano Soriano

(Coordinadora Territorial de AEPSAL)

 

 

 

Fuentes:

Emotional_Contagion HatfieldE-Primitiveemotionalcontagion

HatfieldE-Primitiveemotionalcontagion

 

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