Los accidentes laborales aumentan en todas sus causas. Más en jornada y menos in itínereMenos aumentan todavía los accidentes sin baja, que siguen superando de largo a los con baja.
Los accidentes laborales con baja aumentan a partir de 2012, cuando la recesión económica pareció estabilizarse, un 10,1% hasta 2015, cifra que nos parece muy elevada en 3 años. El índice de incidencia aumentó el 8,3%, algo menos por el aumento de la población ocupada. (Podéis consultar la evolución de 2012 a 2015 en este enlace)
En el primer trimestre de 2016 tanto el total de accidentes (6,8%) como el índice de incidencia (3,7%) registra un aumento mayor que cualquiera de esos tres años, y confirma la simbiosis entre la mejora de la economía y el aumento de accidentes laborales, lo cual como prevencionistas nos debe preocupar. Y a las autoridades competentes también les debería preocupar.
Sin menoscabo de esta grave realidad, en este análisis vamos a analizar las causas y las variables más significativas de los accidentes laborales (AL) del primer trimestre (1T) de 2016.
En la tabla anterior observamos que todos los accidentes con baja en jornada aumentan un 5% o más en el 1T de 2016 respecto a 2015.
El aumento del 5% corresponde a las caídas y tropezones, riesgo que aunque sea el de aumento menor recoge el 22,5% de todos los accidentes en jornada del 1T de 2016. Nos parece una muestra clara de la falta de integración de la cultura preventiva, ya que es un riesgo fácilmente identificable y evitable (Recordáis aquello de las 5S que se basaba en el orden y la limpieza, pues eso).
In itínere, las caídas y tropezones ascienden al 24,5% de su total. Poco más que en jornada, cuando en los desplazamientos es un accidente que podemos considerar lógico. Además, in itínere descienden un 6,9%.
Con el 40,1% del total de accidentes en jornada se sitúan los sobreesfuerzos físicos sobre el sistema musculoesquelético. Ello nos debe dar la idea de que a los/las trabajadores se les exige más de lo que pueden dar. Sin ninguna duda las empresas pagan caro ese plus de exigencia por las bajas laborales que comporta. Indemnizaciones a parte.
Las dos causas que más aumentan en este trimestre son los choques o golpes contra un objeto en movimiento (8,4%) y los contactos con «agente material» cortante, punzante, duro (8,6%), este segundo posiblemente relacionado con el aumento de la siniestralidad en la hostelería, que veremos más adelante.
Mención especial merecen los accidentes de tráfico, que ascienden un 7,6% en jornada y un 9,9% in itínere, lo que supone un aumento total del 9,3% sobre el 1T de 2015 de los AL con baja.
También suponen los accidentes de tráfico el 11,5% del total de accidentes con baja en este 1T de 2016. Es una cifra muy importante dada la gravedad de este tipo de accidentes. Analizamos los accidentes mortales en la otra entrada de hoy en nuestra web.
Finalmente, los accidentes sin baja aumentan “sólo” un 3,6%. Sin embargo no debemos olvidar que ascienden a 166.902 accidentes en este periodo, frente a los 129.534 accidentes con baja. Ello supone un 28,8% más, cuando en 2007 eran más elevados los accidentes con baja.
Todas estas cifras se minoran un poco si tenemos en cuenta el aumento de la población ocupada, que ha aumentado en el 1T de 2016 respecto de 2015. Aunque las ideas principales no cambian en absoluto.
En esta tabla hemos añadido los índices de incidencia de 2015 para poder comprobar si en el 1T de 2016 se superan o no los índices del año pasado.
Comprobamos que en los accidentes en jornada el índice del 1T de 2016 supera el del 1T de 2015 en los sobreesfuerzos físicos sobre el sistema musculoesquelético y en los accidentes de tráfico. Parece un claro indicador de que son las dos causas de accidente en jornada a las que más esfuerzos se deben dedicar.
En los accidentes in itínere, tanto el índice global como el de las principales causas (accidentes de tráfico y caídas y tropezones) también superan el índice global de 2015. Aunque los accidentes in itínere no supongan responsabilidad de las empresas, los perjuicios que les causan estos accidentes con baja deberían ser suficientes para que destinaran un notable esfuerzo a evitarlos.
Respecto a los accidentes sin baja, el índice de incidencia se mantiene estable (+0,6%) por el efecto del aumento de la población ocupada. Ello no debería ser motivo para no tenerlos en cuenta, ya que como hemos dicho ascienden en este 1T de 2016 a un 28,8% más que los accidentes con baja.
Por sexos
Los dos sexos aumentan por igual el número de AL en jornada (7,2%) en el 1T de 2016 respecto el 1T de 2015.
En cambio, in itínere la mujeres (3,4%), que habitualmente se accidentan más in itínere, aumentan menos su accidentabilidad que los hombres (4,9%). La diferencia final sitúa a las mujeres con el 57,5% del total de accidentes in itínere.
Otra cuestión muy distinta es la gravedad de estos accidentes in itínere. En el análisis de los accidentes laborales mortales, en la otra entrada en la web de hoy, se aprecia que son los hombres los que fallecen casi 5 veces más al ir o al volver del trabajo (82,9% frente al 17,1%)
Sección de actividad económica
Lo más destacable es el aumento de la accidentabilidad en el sector de la Hostelería, del 18,4%. Aunque este aumento sea debido a que la Semana Santa de 2016 fue en marzo y la de 2015 en abril, ello nos da una idea muy clara de que la accidentabilidad del sector es a todas luces excesiva.
También debemos destacar, como siempre, la accidentabilidad en el sector de las industrias extractivas, casi 4 veces superior a la media, principalmente centrada en la minería del carbón, aunque se reduce un 8,2% en este periodo.
En el Reino Unido redujeron esta accidentabilidad cerrando las empresas (véanse las películas Full Monty o Billy Elliot). Si a la mala calidad del carbón extraído, a la contaminación que supone su quemado y a las subvenciones que recibe para no cerrar, añadimos el coste en accidentabilidad laboral, quizá el Gobierno de turno debería plantearse alguna propuesta alternativa.