Dentro de los accidentes laborales mortales «convencionales» incluimos los golpes, caídas, cortes, sobreesfuerzos, sepultamientos, atrapamientos … todos los accidentes menos las patologías no traumáticas (infartos, derrames cerebrales, etc) y los accidentes de tráfico y los accidentes in itínere.
Según el avance de datos del MEYSS, que acostumbra a ser algo inferior al definitivo.
Si bien el total de accidentes laborales mortales (ALM) aumenta únicamente un 1,6%, es interesante analizarlos en cuatro grupos que tienen muy diferente tratamiento en la actualidad, tanto por parte de las empresas, como por parte de las autoridades competentes.
El primer grupo incluyen las patologías no traumáticas, los infartos, derrames cerebrales, ictus, etc, sobre los que se ha hecho poco para prevenirlos hasta los últimos tiempos. Posiblemente debido al previsible envejecimiento de la población activa han aparecido estudios y portales en internet sobre los riesgos laborales específicos de las personas de edad avanzada, como por ejemplo el Portal de la Agencia Europea sobre los trabajadores de edad avanzada.
Quizá ello haya contribuido a que los ALM causados por patologías no traumáticas disminuyan un 1,4% respecto a 2013, de 213 a 210, cuantía que representa un 37,2% sobre el total de 454 ALM.
El segundo grupo incluye los accidentes de tráfico en jornada. A este tipo de accidentes se han dedicado muchos esfuerzos, tanto por parte de las autoridades laborales, como por parte de las autoridades competentes en materia de tráfico. Sin duda ese esfuerzo ha dado su fruto, que es la disminución de los 81 ALM de 2013 a los 66 de 2014. La disminución es del 18,5%. Representan el 11,7% de los ALM.
En el tercer grupo contabilizamos los accidentes in itínere, que pueden ser de tráfico o no. Han sido los grandes olvidados de la accidentabilidad laboral, de tal forma que ni siquieran computan para el bonus que establece el Real Decreto 404/2010 por reducción de accidentes laborales. También debemos mencionar que se empiezan a realizar iniciativas en este sentido, la última de que tuvimos conocimiento es la firma de un convenio de colaboración entre la Diputación de Barcelona y la Generalitat de Catalunya para reducirlos.
Los accidentes in itínere no varían en 2014 sobre 2013, con un total de 111 ALM. Sobre el total de ALM representan el 19,6%
Finalmente, el cuarto grupo incluye todos los demás accidentes, los «convencionales», que ocurren mayormente en los centros de trabajo, realizando tareas propias del trabajo encomendado: golpes, caídas, cortes, sobreesfuerzos, sepultamientos, atrapamientos, etc.
Pues bien, estos ALM ascienden de 153 en 2013 a 178 en 2014, un 16,3%. Es un porcentaje que debería hacer reflexionar y actuar a las autoridades. En este sentido, nos consta (pueden haber más CCAA) que en la Comunitat Valenciana y en Andalucia este año se realizarán los «planes de mayor siniestralidad», consistentes (en pocas palabras) en inspeccionar las empresas que tienen mayor accidentabilidad. Estos «planes» se iniciaron en el año 2000 y se han mostrado más efectivos que todos los intentos de integrar la prevención en las empresas, cuestión cuando menos complicada cuando en España se ha optado por favorecer la externalización de la gestión de la prevención en lugar de favorecer que la asuman las empresas.
Finalmente, debemos destacar otro dato para reflexionar. Los accidentes «convencionales» mortales suponen el 31,5% del total de los ALM. Antes hemos visto que las patologías no traumáticas ascendían al 37,2%, los accidentes de tráfico en jornada al 11,7% y los accidentes in itínere al 19,6%.
Enlace a los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social