Esta cifra de fallecimientos aumentaría considerablemente hasta las 111 personas fallecidas en el trabajo, 87 durante la jornada y 24 in itinere, si se tiene en cuenta el nuevo criterio aplicado por el Govern de contar todas las muertes que se derivan de un accidente de trabajo transcurrido un año.

La cifra de muertes durante la jornada laboral no varían respecto al año anterior, y se volvieron a registrar 69 accidentes mortales como consecuencia, mayoritariamente de problemas de seguridad. Sin embargo, los accidente no traumáticos como son los ictus o los infartos crecen un 60% respecto a 2021. Desde el sindicato Comisiones Obreras aseguran que estos accidentes se intensifican por las «exigencias en el trabajo».

Cifras absolutas

En términos absolutos, durante 2022 se produjeron más de 213.000 accidentes laborales, alrededor de 91.000 sin baja y más de 121.000 con baja. De los accidentes con baja, 700 son graves y 92 mortales. Respecto al año anterior el número de accidentes con baja ha aumentado un 12,88%, siendo este aumento del 13,28% en jornada y del 10,69% in itinere.

Comisiones Obreras reconoce una cierta mejoría afirmando que “estamos lejos de las 157 muertes que se contabilizaron en 2009, pero las cifras actuales no son tolerables, nos retrotraen a los datos de 2015 con respecto a las muertes en jornada”.

El sector servicios, que es el que más trabajadores acumula, es en números absolutos y respecto a 2021 el que encabeza el incremento de los accidentes ocurridos dentro de la jornada laboral, con un 18,97 %, seguido de la industria, con un 4,47 %, la construcción, con el 2,74 %, y finalmente, la agricultura que disminuye en un 2,69%.

A costa de la seguridad

En su informe. Comisiones Obreras expone que “los datos de 2022 muestran cómo el patrón de crecimiento, que volvió a aparecer de nuevo en 2021, sigue presente”, y asegura que “la recuperación económica se está haciendo a costa de la seguridad y la salud de las personas trabajadoras”. Afirma que la siniestralidad laboral continúa en ascenso, y que “es producto de un mercado laboral caracterizado por la devaluación de las condiciones de trabajo y por los incumplimientos preventivos sistemáticos por parte de las empresas”.