Riesgos psicosociales: De la necesidad de una directiva europea para fomentar la prevención primaria centrada en la organización del trabajo y no en los individuos.

por Teresa Valderas

« El trabajo puede ser un factor protector de la salud mental, pero también puede contribuir a un daño potencial. Todos los trabajadores tienen derecho a un entorno laboral seguro y saludable ». La OMS y la OIT presentan el trabajo como oportunidad y como riesgo para la salud mental de los trabajadores en su informe conjunto de 2022 « Salud mental en el trabajo ». «Es hora de centrarse en el efecto perjudicial que el trabajo puede tener en nuestra salud mental », segùn el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.

 

Actualmente, en ninguna ley de la UE se aplica el principio de prevención primaria a los riesgos psicosociales de manera explícita y específica como se estipula para otros riesgos cuyo origen es físico o químico (ruido, vibraciones, agentes químicos etc.). La clave está en la identificación de cómo la actividad, entorno y las condiciones en las que se realiza generan una exposición a los riesgos psicosociales cuyas consecuencias afectan a la salud de los trabajadores. Cuestiones como el tiempo de trabajo, el grado de autonomía, la adecuación de las capacidades del trabajador a las necesidades del trabajo, la cantidad de trabajo, el sentimiento de inseguridad o la existencia de conflictos éticos o de valores son muchas veces olvidadas, principalmente en las fases de diseño psicosocial de los puestos de trabajo.

 

La campana «End Stress»[1] lanzada en 2019 por la federación sindical Eurocadres, asociada a la Confederación Europea de Sindicatos (CESE, ETUC) reclama nuevas medidas legislativas en la lucha contra la epidemia de estrés que se expande en Europa. La plataforma cuenta con el apoyo del parlamento europeo que ya ha instado en dos ocasiones en 2022 a la Comisión a actuar a escala de la UE. Sólo en Europa el coste de los casos de depresión vinculados al trabajo asciende a 617 billones de euros al año y el 60% de los días laborales perdidos en Europa son a causa de los riesgos psicosociales.

 

Los resultados de la tercera encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes (ESENER 3)[2] realizada por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) en 2019 a más de 45.000 empresas de 33 países afirma la necesidad de un marco regulador específico a nivel europeo y la dificultad para gestionar los factores de riesgo psicosocial que otros riesgos en materia de SST. Según la encuesta, la mayor parte de los empresarios reconocen la obligación legal como el principal incentivo para para abordar la SST (88% en 2019 y 85% en 2014).

 

ESENER-3 identifica la reticencia a hablar abiertamente de estos temas como principal dificultad para abordar los riesgos psicosociales (61% de las empresas de la UE-28). Esta dificultad se señala con mayor frecuencia a medida que aumenta el tamaño de la organización.

 

La Directiva deberá estar destinada a la prevención eficaz de los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo y promover:

  • Una prevención de “anticipación”, eliminando o reduciendo los riesgos desde el origen, basada en el análisis de factores organizativos, del contenido y de la ejecución de las tareas, de las relaciones interpersonales y los contextos en los que se desarrolla el trabajo con una obligación de los empresarios de evaluar y mitigar sistemáticamente dichos factores de riesgo.
  • La participación de los trabajadores y sus representantes en la concepción y aplicación de medidas y de su seguimiento continuo.
  • El establecimiento de metas y objetivos sociales evaluables en diálogo con los trabajadores y sus representantes.
  • El acceso a la capacitación a todos los trabajadores, incluido el personal directivo para ayudar a prevenir los riesgos psicosociales.
  • La protección de los trabajadores que planteen preocupaciones en relación con los riesgos psicosociales frente a posibles represalias.
  • El uso de definiciones claras de los factores de riesgo acompañadas de ejemplos para guiar a los diferentes actores del sistema de prevención a todos los niveles.

 

Según la OMS « los entornos de trabajo seguros y sanos no solo son un derecho fundamental, sino que también tienen más probabilidades de minimizar la tensión y los conflictos en ese ámbito y mejorar la fidelización del personal, así como el rendimiento y la productividad laborales ». En definitiva, con esta nueva directiva saldrían beneficiados no sólo la salud y la seguridad de los trabajadores sino también el futuro del trabajo y del valor creado por las empresas.

 

Fuente de información:

[1] https://endstress.eu/

[2] https://visualisation.osha.europa.eu/esener/en

Las referencias del texto:

OSHA. 2019.Third European Survey of Enterprises on New and Emerging Risks (ESENER 2019): Overview Report.

https://visualisation.osha.europa.eu/esener/es/survey/overview/2019

https://osha.europa.eu/es/publications/esener-2019-overview-report-how-european-workplaces-manage-safety-and-health

 

OMS. 2022. Nota descriptiva. La salud mental en el trabajo.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-at-work

Parlamento europeo. Resolución del 5 de julio de 2022. (2021/2098(INI)) Mental Health in the Digital World of Work.

https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2022-0279_EN.pdf

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