Estrategias para influir en los trabajadores

Quizás te suene lo que te voy a contar. Un mando intermedio me llama nervioso, ha recibido una carta de los juzgados, está citado a declarar como imputado, un amigo le ha dicho que puede terminar en la cárcel. Tras caer un operario a su cargo desde un andamio, posiblemente no pueda volver a trabajar por la incapacidad generada. Tartamudea al hablarme y me repite exaltado, “si yo no he hecho nada, si yo no he hecho nada”, “ si yo le dije, anda bájate haber si te vas a caer” y él me respondio “si va a ser un momento”, “yo me fui y al rato se cayó”.

Es fundamental la actitud de los mandos intermedios y las habilidades para ello, en unos casos es el punto de unión con el Profesional de la Salud Laboral y en otros, es el propio profesional ese mando intermedio, por ello te propongo hoy trabajar tres aspectos, el Liderazgo ante la actitud preventiva, los cambios de actitud y la estimulación de comportamientos.

Liderazgo

Uno de los grandes problemas en los mandos intermedios es que su selección no esta sujeta a los requisitos aptitudinales que requiere, este es una cuestión primordial, pero al igual que el líder se hace y no nace, los mandos intermedios deben aprender a serlos.

El gran gurú del Liderazgo, Ken Blanchard, dice: “La clave para un buen liderazgo esta en la influencia, no en la autoridad”. Un mando intermedio tiene que trabajar como un líder y su influencia social empieza por su actitud preventiva, siendo constante y disciplinado en su desarrollo. Quisiera en este punto recordar un documento muy brillante del INSST1 referido a la actitud preventiva, que uso frecuentemente en mi trabajo, el cual se basa en 4 premisas:

  1. La falsa seguridad: Consideramos que un breve espacio de tiempo es condicionante de seguridad, al reducir la posibilidad pensamos que no ocurrirá nada, lo que suele acontecer es que vamos multiplicando esas pequeñas posibilidades día a día. Son muchas otras las circunstancias generadoras de falsa seguridad, deben localizarse y actuar en proporción.
  2. Conocemos el riesgo, pero no actuamos: Aun sabiendo el riesgo y la medida preventiva a disponer no actuamos, pues la desidia, la dejadez por no imponer, por no enfrentarte a otra voluntad, por miedo a desgastar la relación, prima en correspondencia a la acción necesaria. Se debe afrontar con seriedad y disciplina todos los riesgos, no siendo laso en nuestras acciones.
  3. El método seguro es conflictivo con la productividad: es común ese pensamiento, “gato con guantes no caza”, “lo hago más rápido sin el arnés”, “mientras que pongo las barandillas ya he terminado”. Se considera que un mínimo espacio de tiempo dedicado a la seguridad del trabajador interfiere en la productividad, cuando no se considera las perdidas de tiempo referidas a muchas otras cuestiones. Es conveniente en las intervenciones dejar claro que el coste de la PRL es siempre menor al beneficio generado. Te recuerdo un dato aportada por la CE: “1 Euro invertido en PRL = a 2 € ingresados”2.
  4. La experiencia y el miedo al cambio: El cerebro nos miente, te engaña ”si nunca ha pasado nada, sigue haciéndolo así”. Son muchas las veces que se trabaja de forma inadecuada y no pasa nada, los incidentes se olvidan rápidamente y al cerebro no le gusta los cambios, prefiere hacer las cosas como siempre. Por ello te aconsejo seguir leyendo hasta el final y así disponer de herramientas.

El mando intermedio debe conocer perfectamente esta actitud preventiva y trabajarla segundo a segundo, empezando por él mismo. Debe ser un líder en la aplicación de la actividad preventiva.

 

Cambios de aptitud

Quien no quiere influir en los demás, eso es liderazgo, según Blanchard, pero la cuestión es ¿Cómo lo hago?, el INSST3 en su sabia Hemeroteca nos da unos consejos, los cuales los basa en el marketing, gran herramienta de persuasión, seguro que recuerdas “Just Do it” de Nike o la famosa pregunta de BMW, ¿Te gusta conducir?, si no eres muy joven también recordaras la afirmación; “Busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo”, que usaba los vendedores del Detergente Colon.

 

El proceso propuesto por el INSST se compone de 4 pasos que resumimos:

  1. Fundamentar una actitud positiva: este proceso inicial busca la identificación, para ello en muchos casos el proceso empieza por desaprender para aprender.
  2. Personalizar la actitud: debemos conseguir una identificación al comportamiento, deben buscarse asociaciones, existen muchas herramientas al respecto, que se señalan en los distintos documentos que te referenciamos, muchas de ellas relacionadas con la persuasión.
  3. Imprimir la actitud: es importante trabajar la parte emocional para provocar la permanencia de la actitud.
  4. Conservar la actitud: el mantenimiento se asegura cuando el grupo acepta dichos cambios y los ve bien.

 

Estimular comportamientos.

Pero en el día a día debemos trabajar en provocar dichos conocimientos, con herramientas de bolsillo que nos ayuden a afrontar la actitud preventiva. Las herramientas propuestas en este caso son:

  1. Informa sobre los riesgos y medidas: Cuando detectes un riesgo aplica la psicología emocional, causa más impacto, por ello siempre usa ejemplos reales de accidentes vividos, da todo tipo de información al respecto, genera miedo y pena, es preferible ser duro y contar la realidad, que no maquillarla. Recuerda el inicio de este documento, los efectos negativos de la falta de PRL solo habla de desgracias humanas, es la verdad. Una vez causada la impresión deja claro que se debe hacer, acompaña en el primer paso y siempre asegúrate que se cumple, no dejes pasar ninguna oportunidad.
  2. Trabaja las asociaciones: Son muchas las veces que los trabajadores realizan sus propias asociaciones, con muy distintas objeciones a la aplicación de medidas preventivas. Párate ante ellas y dedica todo el tiempo necesario, no intentes evadirlas con dictados “esto se hace así y punto”, traslada explicaciones precisas de las razones por las que es necesario poner medidas preventivas, un trabajador convencido es un trabajador seguro.
  3. Siempre busca participación: son muchas las leyes motivacionales que apoyan esta teoría, la participación facilita el convencimiento, el compromiso y es generadora de motivaciones intrínsecas, por lo que siempre haz participe al trabajador en el proceso de estudio del riesgo y decisión de la medida, en muchos casos la mejoraremos. La 1ª Encuesta en España a Técnicos de PRL dice que solo un 1.4% de los encuestado no creía que debería mejorar la participación de los trabajadores5.
  4. Se valiente: no solo hacia los trabajadores, también hacia los mandos superiores, exigiendo las mismas medidas que exiges a los miembros de tu equipo. La implicación de la directiva y su ejemplo es esencial, el coraje, una vez afrontado te hace feliz y te asegura como líder.
  5. Motiva y castiga: Es importante resaltar los buenos comportamientos, asegurarnos que buscamos la asociación positiva con el comportamiento seguro y siempre que tengamos oportunidad debemos apoyarlo. Con los comportamientos inseguros debemos ser inflexibles y paralizarlos inmediatamente, en mi opinión, todos los accidentes o incidentes deben ser rigurosamente estudiados y siempre que se observe incumplimiento de normas por parte del trabajador debe existir sanción, no podemos permitir que el “buenismo” ante un accidente quede indemne, debemos de considerar todas las opciones, incluido el despido. Los malos, al igual que los buenos comportamientos también se contagian.Son muchas más las cuestiones a considerar en este tema, pero la brevedad para la aplicación siempre es de ayuda y con la aplicación de estas pocas herramientas a diario se puede avanzar mucho. Son mecanismos que funcionan, pero esta en la rigurosidad de nuestro trabajo el correcto cumplimiento del mismo. Animo.

 

Referencias:

INSST. 2007. “Actitud preventiva”. Revista de Seguridad y Salud en el Trabajo. Fichas Practicas.

Comisión Europea. 2017. “ Trabajo más seguro y saludable para todos – Modernización de la legislación y las políticas de la UE de salud y seguridad en el trabajo”

INSST. Prades, A. 1998. NTP 493: Cambios de actitud en la prevención de riesgos laborales (II): guía de intervención

INSST. Prades, A. 1998. NTP 492: Cambios de actitud en la prevención de riesgos laborales (I): métodos y clasificación

Sánchez-Herrera, I, Bestraten, M. Orrit, J, et al. (2017) 1ª Encuesta en España a Técnicos de PRLTexto relacionado de interés: Moya, M. “Persuasión y cambio de actitudes”.

Redactado por: Ismael Sánchez-Herrera

 

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