Los rayos son fenómenos naturales cuya formación es imposible de evitar y supone, sin las medidas adecuadas, un peligro para la vida de las personas.
Sin embargo, aunque su formación sea inevitable, la legislación referente a la prevención de riesgos laborales tiene en cuenta los daños y riesgos que puede originar la caída de rayos y sí que es posible tomar medidas de prevención y protección para reducir al máximo la posibilidad de que estas descargas causen daños graves a los trabajadores.
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo ha publicado una Nota Técnica de Prevención de riesgos laborales originados por la caída de rayos NTP 1.084 y en cuya redacción ha colaborado la compañía Aplicaciones Tecnológicas, como expertos en tecnologías de protección contra el rayo y las sobretensiones. La NTP 1.084 ha sido publicada para conocer las causas de formación de los rayos y minimizar sus posibles efectos, describiendo los factores de riesgo que puedan afectar a los trabajadores o equipos de trabajo y las medidas de prevención y protección más adecuadas para su control. Así, establece como medidas de prevención permanentes los pararrayos y las protecciones contra sobretensiones, y como medidas temporales, los detectores de tormentas.
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