¿Por qué emigran los refugiados? La respuesta es tan simple que se nos puede olvidar: Porqué dónde viven no se puede vivir. ¿Podemos atacar el problema de raíz? SÍ ¿Se hace algo efectivo? NO ¿Se puede hacer? SÍ y sin salir de casa. La UE está en ello, pero también se debe a los grandes intereses
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Un grupo de personas rescatadas en la cubierta de un buque naval italiano como el sol se pone en el Mediterráneo. © ACNUR/A. D’Amato
El organismo de las Naciones Unidas para los refugiados lanzó la campaña #ConLosRefugiados en junio de 2016 para pedir a los gobiernos que colaboraran y cumplieran con su deber en relación a los 65,6 millones de personas que se encuentran en esta situación.
En el Día Mundial del Refugiado, que se celebra cada 20 de junio, conmemoramos su fuerza, valor y perseverancia. Esta celebración nos brinda la oportunidad de mostrar nuestro apoyo a las familias que se han visto obligadas a huir.
AEPSAL propone algo más. No basta con prestar apoyo a los que llegan, hay que atajar el problema de raíz.
En un artículo de ABC.es de 2008 titulado «Cada kilo de coltán que se extrae les cuesta la vida a dos niños» se contaba lo que indica su título.
En mayo de 2015 el Parlamento Europeo aprobó por 400 votos a favor, 285 en contra y 7 abstenciones obligar a todas las empresas de la cadena de producción a identificar de dónde provienen los materiales que comercian, lo que afectaría a 800.000 empresas europeas. Incluido el coltán.
Muchas alegrías constan en ese artículo, y también voces contrarias. El “capital” no perdona. Nadie puede dudar que los intereses económicos mantienen las guerras en África. ¿Vamos a hacer algo? ¿Podemos? Claro que sí.
Pero en marzo de 2017 se rebajaron las expectativas. El mismo Parlamento Europeo aprobó que sean las autoridades nacionales las responsables de asegurar el cumplimiento de las reglas por parte de las empresas y de imponer sanciones en caso necesario. SIN INCLUIR EL COLTÁN.
A pesar de ello, no se puede negar que esta rebaja de las expectativas sea un gran avance.
La eurodiputada y portavoz de la comisión de Comercio Internacional en el Parlamento Europeo, Inmaculada Rodríguez-Piñero, ha calificado de un gran paso adelante a favor de los derechos humanos la nueva regulación sobre los minerales de sangre.
“Con el comercio ilegal de estos minerales se financian algunos de los conflictos armados más sangrientos, como ocurre en la República Democrática del Congo, donde más de 5 millones de personas han sido asesinadas desde 1998”, ha recordado la eurodiputada.
Para Rodríguez-Piñero, “este reglamento, que obliga a los importadores directos a garantizar que no proceden de minas controladas por grupos armados o de áreas afectadas por graves conflictos o violaciones de derechos humanos, es un claro ejemplo de cómo la política comercial europea puede actuar en defensa de los derechos humanos“.
En este sentido, Rodríguez-Piñero ha hecho un llamamiento a los consumidores para que exijan que los objetos que compran no están manchados de sangre, subrayando lo importante que es la concienciación social para ganar esta batalla y hacer frente a iniciativas como la de Trump, que ha anunciado que derogará la ley americana que lo regula desde 2010.
Todo ello es cierto, pero puestos a pedir, AEPSAL promueve la campaña SELLO minerales libres de sangre, incluido el coltán.
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