Comienza el desconfinamiento: ¿cómo volver al trabajo de forma segura?
Esta situación supone un reto a nivel organizativo para las empresas y requiere de responsabilidad y colaboración por parte de los trabajadores.
El pasado 4 de mayo comenzó la desescalada, ruta a seguir para volver a la ‘normalidad’ tras la crisis del coronavirus (Covid-19), un periodo formado por cuatro fases y que se prevé que tendrá una duración aproximada de dos meses en los que, de forma gradual, se intentará reactivar la actividad económica y social. En este proceso, miles de trabajadores cuya actividad había cesado o se encontraban realizando su trabajo desde casa deberán ir incorporándose de nuevo a sus puestos habituales. “La reincorporación al trabajo de forma segura es una necesidad social y económica: es preferible en esta situación trasladar una visión optimista y de adaptación del negocio, siendo un buen momento para mejorar”, explica Ismael Sánchez-Herrera, presidente de la Asociación de Especialistas de Prevención y Salud Laboral (AEPSAL).
Tal y como señala el experto, vamos a tener que aprender a convivir y trabajar con la Covid-19, ya que no se va a erradicar de la noche a la mañana, «por lo que las empresas deben planificar muy bien las medidas organizativas y de higiene”. “La reincorporación debería realizarse tras la comprobación por medio de test, verificando que el personal no está contagiado. Los medios de transporte hasta el lugar de trabajo deben cambiar, en la medida de lo posible, acudir al centro de trabajo con transporte privado, al igual que las entradas y las salidas, las cuales deben ser más escalonadas: las grandes acumulaciones de las entradas a las 7, 8 o 9 de la mañana, al igual que las salidas, no son compatibles con las medidas de distanciamiento físico que debemos seguir”.
A tener en cuenta
Medidas organizativas: “Nos encontramos ante un reto principalmente a nivel organizativo, donde deberemos romper con sistemas antiguos que en la actualidad no sirven. Es preferible realizarlo con ánimo de provecho para luchar contra el presentismo y la improductividad. Veámoslo como una especie de oportunidad impuesta”, detalla el experto. Entre las medidas organizativas generales, destaca la limpieza periódica de zonas comunes, asegurar el distanciamiento de dos metros, la ventilación controlada, el acceso a medios de desinfección, el control de vestuarios, aseos y espacios comunes para su uso con distanciamiento, los usos personalizados de herramientas, personas asignadas al control de medidas, uso de cartelería informativa, etc. “Son muchas las medidas que se deben tomar y, en algunos casos, muy específicas; dependerá también de la actividad, los lugares y el proceso de producción”, explica.
Además, siempre que sea posible, se pueden crear turnos en los que una parte de la plantilla esté de teletrabajo, lo que facilitará el respeto de las distancias. Del mismo modo, hay que fomentar las reuniones a través de videollamada, tanto internas como con clientes o proveedores, y limitar los viajes de trabajo entre provincias.
Medidas de higiene: Además del esfuerzo por parte de la empresa, Sánchez-Herrera incide en la importancia de que cada trabajador garantice las medidas de higiene y prevención pertinentes. “El lavado de manos de forma correcta e, incido en este punto, correcta y el uso adecuado de mascarilla también son medidas esenciales. La mascarilla debe estar bien puesta y aislar ante la tos, el estornudo o cualquier otra salivación o moqueo, y debe proteger lo suficiente, no vale cualquier material -apunta-. También se puede recurrir a pantallas faciales, que además de proteger la salivación directa, impiden tocarse la cara y los ojos, los cuales también es conveniente que vayan protegidos”.
Control de temperatura: Como ya se está realizando en otros países, este experto en prevención ve muy positiva la implantación de controles de temperatura. “Es una medida que aporta información y, cuanta más información tengamos sobre posibles contagiados, mejor. El uso de la tecnología es un elemento clave”, comenta.
Personal externo, proveedores y clientes: Estas medidas preventivas y de protección deben implementarse a nivel interno pero, en la medida de lo posible, también externo. “Evidentemente son muchos los aspectos a controlar, cada caso debe estudiarse, no podemos tratar igual al mensajero que apenas pasa que a un electricista que vaya a estar unas horas entre la plantilla”, apunta. “Además, deben cambiarse los modelos de entrega, creo que es una gran oportunidad para avanzar, se puede optar por asegurar entregas por SMS, WhatsApp, email, etc. Debemos dejar el papel para cuestiones muy concretas, es más fiable el seguimiento de un número de teléfono que de una firma manual”.
Sobre el teletrabajo
Este experto en prevención laboral recuerda que las personas que pueden seguir teletrabajando, además de los grupos de riesgo más vulnerables al virus (quienes padecen enfermedades cardiovasculares, hipertensión vascular, diabetes, enfermedad pulmonar crónica, inmunodeficiencia, cáncer en tratamiento activo, embarazadas y los mayores de 60 años), deben ser los últimos en reincorporarse al entorno laboral, ya que pueden realizar su actividad desde casa. “Los modelos de negocio están cambiando y esta es una oportunidad ‘impuesta’ para adaptarse. Además, se debe considerar la conciliación familiar mientras no se abran los colegios. Ahora los abuelos no pueden cuidar de sus nietos y tampoco habrá actividades extraescolares, por lo que las empresas y las familias deben avanzar hacia nuevas formas de compatibilizar el trabajo con la vida personal” explica, incidiendo en la necesidad de conciliar.
Artículo extraido de www.lainformación.com de la entrevista a Ismael Sánchez-Herrera:
https://www.lainformacion.com/branded-content/estar-donde-estes/desconfinamiento-como-volver-al-trabajo-de-forma-segura/6564395/